El contrato de aprendizaje es un acuerdo de formación regulado por la Ley 789 de 2002, esta alianza le permite a un alumno (el aprendiz) llevar lo que ha aprendido en clase a la práctica en una empresa (el patrocinador). Está enfocado en los estudiantes que cursan programas técnicos, tecnológicos o profesionales, como los ofrecidos por el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA o universidades.
Esta metodología no genera una relación laboral directa, ya que no es un contrato de trabajo tradicional, sino un sistema de formación que integra estudio y práctica. En lugar de recibir un salario, el aprendiz recibe un apoyo económico de sostenimiento mientras adquiere experiencia profesional.
Además de facilitar la transición al mundo laboral, el contrato de aprendizaje impulsa la empleabilidad juvenil y mejora la competitividad de las empresas, que también cumplen con su obligación legal de formar nuevos talentos.
Este contrato tiene aspectos específicos que lo diferencian de un contrato laboral; aquí van los puntos principales:
Característica | ¿Qué significa? |
Naturaleza |
Es un acuerdo enfocado en la formación, no en una relación laboral. |
Duración y modalidad |
Dura entre 6 meses y 2 años, puede ser tiempo completo o parcial. |
Perfil de aprendiz |
Debe estar inscrito en un programa técnico, tecnológico o profesional del SENA o una universidad. Cuando se trata de un contrato asociado a una universidad, este debe figurar como Contrato de Aprendizaje SENA y estar registrado en las plataformas SENA (Caprendizaje). |
Apoyo económico |
Recibe un pago para sostenimiento mensual, no es igual al salario, pero cubre gastos básicos. |
Fases del contrato |
Inicia con clases (fase lectiva) y luego pasa a la práctica en empresa (fase productiva). |
Seguridad social |
Incluye afiliación a riesgos laborales. En la fase práctica también se cubre salud. |
Beneficios para empresas |
Las empresas pueden recibir incentivos tributarios; por ejemplo, según la Ley 115 de 1994, las empresas pueden deducir de sus impuestos una parte de los gastos por salarios y prestaciones sociales de los aprendices, esto les permite ahorrar dinero porque pueden deducir hasta un 130% de lo que pagan a los aprendices. |
En lugar de un salario, el aprendiz recibe un apoyo económico mensual para su sostenimiento. Es decir, una ayuda económica que varía según la etapa en la que se encuentre y que está regulada por el Decreto Nacional 451 de 2008
Etapa del contrato |
¿Cuánto recibe el aprendiz? |
Etapa lectiva |
50% del salario mínimo mensual vigente (SMLMV). |
Etapa productiva |
100% del SMLMV. Pero si el desempleo nacional supera el 10%, puede ser del 75%. |
Este es el valor mínimo que debe entregar la empresa, aunque puede ofrecer más si así lo decide.
Importante: Si una empresa tiene más de 15 empleados, está obligada a contratar al menos un aprendiz.
Para que esta etapa funcione bien y beneficie a ambas partes, tanto la empresa como el aprendiz asumen los siguientes compromisos del contrato de aprendizaje:
Como todo acuerdo, este funciona si ambos hacen su parte; si la empresa no respeta lo establecido, el aprendiz puede pedir un cambio de patrocinador e incluso, si la situación lo amerita, solicitar una compensación; además, la empresa puede recibir sanciones por parte del Ministerio de Trabajo.
Si el aprendiz incumple sus responsabilidades (como faltar sin justificación o no seguir las normas), la empresa puede pedir que se termine el contrato ante el SENA, y eso podría afectar su continuidad en la formación académica.
¡Sí! Aunque no es un empleo formal, sí se certifica como experiencia profesional. Puedes ponerlo en tu hoja de vida y es un punto extra ante futuras oportunidades de trabajo.
Sí, pero no para el mismo programa. Si más adelante estudias otra carrera técnica, tecnológica o profesional, puedes tener un nuevo contrato de aprendizaje.
Sabemos que gestionar contratos de aprendizaje es solo una parte de todo lo que una empresa enfrenta cuando se trata de sus colaboradores. En el día a día, hay mucho más: cumplir con la ley, llevar la nómina al día, organizar beneficios, hacer seguimiento al rendimiento… y lograr que todo eso no se vuelva un dolor de cabeza.
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