Cada 2 de abril, el mundo conmemora el Día de la Concienciación sobre el Autismo, una oportunidad para reflexionar sobre la inclusión de personas neurodivergentes en distintos ámbitos, incluyendo el laboral.
La neurodivergencia comprende condiciones como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la dislexia, entre otras. Sin embargo, aunque el tema ha cobrado mayor visibilidad, muchas personas neurodivergentes siguen enfrentando desafíos en el mundo laboral.
A partir de los hallazgos más recientes de la Encuesta Work in Progress 2025 de Buk, que recoge respuestas de más de 5,000 colaboradores en América Latina, en este artículo analizamos la realidad de la neurodivergencia en el trabajo en Colombia, los obstáculos que enfrentan estos profesionales y las acciones necesarias para avanzar en inclusión.
El concepto de neurodiversidad reconoce que existen diferentes formas en las que el cerebro procesa la información y se adapta al entorno. Esto significa que las personas neurodivergentes pueden tener habilidades y desafíos distintos en el ámbito laboral.
Una persona neurodivergente es aquella cuyo funcionamiento neurológico difiere de lo que se considera típico o neurotípico, e incluye condiciones como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dislexia, la dispraxia, entre otras.
Estas diferencias no deben verse como déficits, sino como variaciones en la manera en que las personas perciben, aprenden y responden al mundo, lo que puede aportar perspectivas innovadoras y valiosas en los equipos de trabajo.
Los datos de la encuesta Work in Progress 2025 revelan que, en América Latina, 9% de los colaboradores encuestados se identifican como neurodivergentes. Sin embargo, hay importantes diferencias entre países, lo que sugiere que el grado de reconocimiento y visibilización de la neurodivergencia podría no ser uniforme en la región.
En el caso de Colombia, solo el 5% de los colaboradores encuestados se identifican como neurodivergentes, el porcentaje más bajo entre los países analizados. Este dato puede indicar que en el país existen barreras para el diagnóstico, o que el tema aún no ha sido suficientemente abordado en diferentes ámbitos.
Uno de los hallazgos más significativos del estudio es que las mujeres representan la mayoría de los colaboradores que se identifican como neurodivergentes:
Este dato es clave, pues durante años las mujeres han sido subdiagnosticadas, como han señalado organismos como el Foro Económico Mundial. Esto se debe a que los criterios médicos tradicionales han estado más enfocados en la manifestación de síntomas en hombres.
En particular, en casos como el autismo, los estudios han demostrado que las mujeres suelen enmascarar sus síntomas, lo que ha dificultado su diagnóstico oportuno. En los últimos años, sin embargo, ha habido una mayor apertura para reconocer la neurodivergencia en mujeres, lo que podría explicar el crecimiento en la cifra de diagnósticos.
El estudio muestra que la generación millennial es la que más reporta neurodivergencias en el ámbito laboral, mientras que los Baby Boomers apenas se identifican con esta condición:
De acuerdo con la BBC, esto se relaciona con un mayor acceso a diagnósticos en generaciones más jóvenes, así como con la creciente normalización del tema en redes sociales y espacios de conversación digital, que hace que las personas jovenes se acerquen más al tema y lo visibilicen.
De acuerdo con la Encuesta Work in Progress 2025, las personas neurodivergentes enfrentan niveles significativamente más altos de discriminación en el trabajo:
Estos resultados sugieren que muchas empresas aún no cuentan con políticas adecuadas para incluir la diversidad cognitiva, lo que puede generar barreras en el desarrollo profesional de estos colaboradores.
De hecho, la Harvard Business Review señala que los procesos tradicionales de evaluación de desempeño pueden no ser adecuados para personas neurodivergentes, ya que suelen privilegiar habilidades como la fluidez verbal, la capacidad de socializar con facilidad o la flexibilidad para adaptarse a entornos cambiantes.
En cambio, muchas personas neurodivergentes destacan en otras competencias como el pensamiento analítico, la creatividad o la atención al detalle, habilidades que pueden ser clave para la innovación empresarial.
Otro factor clave en la inclusión laboral de personas neurodivergentes es el bienestar emocional. La encuesta Work in Progress 2025 indica que:
Estos resultados reflejan la necesidad de crear ambientes laborales más inclusivos, donde se reconozcan las necesidades de las personas neurodivergentes y se reduzca la presión por ajustarse a estándares rígidos de comportamiento o desempeño.
Para mejorar la inclusión de colaboradores neurodivergentes en Colombia, las empresas pueden implementar medidas concretas:
Las empresas que apuestan por la diversidad cognitiva no solo generan espacios más justos e inclusivos, sino que también potencian su capacidad de innovación y resolución de problemas. Incorporar a más personas neurodivergentes al mundo laboral, y hacerlo con las condiciones adecuadas, es una tarea clave para construir organizaciones más diversas, creativas y sostenibles en el tiempo
¿Cómo crees que tu empresa puede mejorar en la inclusión de la neurodivergencia?