Una empresa es una red de comunicaciones viva, palpitante. Imaginar a las empresas así, permite que cualquier persona que ejerza un rol de liderazgo comprenda más fácilmente cuál debe ser su función: al tratarse de seres vivos, las empresas de hoy, para empezar, son resistentes tanto al liderazgo de corte autoritario, como al liderazgo del extremo opuesto; es decir, al liderazgo ultracarismático que no marca límites, ya que tanto el uno como el otro atentan peligrosamente contra la gobernabilidad de las organizaciones.
Ante esta realidad, el mundo corporativo actual parece apuntar hacia el Liderazgo Adaptativo; ese modelo de conducción organizacional que anima a oír los distintos puntos de vista de los miembros del equipo, que detecta rápidamente cuáles son los puntos de tensión y que estimula la participación de todos los interesados en el diseño de soluciones conjuntas, incluyentes y sostenibles en el tiempo.
Partiendo de este marco, en este artículo le invitaré a reflexionar sobre las ventajas de implementar el liderazgo adaptativo, le propondré algunas herramientas prácticas para identificar las situaciones de tensión en su empresa y, finalmente, le expondré algunas ideas para potenciar sus habilidades como líder de vanguardia.
El liderazgo adaptativo es, en pocas palabras, un estilo de movilización corporativa que resulta particularmente útil ante los desafíos complejos (o sea, ante esos desafíos que no tienen soluciones claras ni lineales, sino que exigen movidas que al mismo tiempo sean respetuosas, responsables y muy, muy creativas). De ahí que el primer atributo del líder adaptativo sea la apertura mental, ya que este líder debe estar resueltamente dispuesto a revisar a cada tanto su catálogo personal de valores y debe ser tan emocionalmente flexible como para poder replantear con frecuencia el rol que desempeña dentro de la organización en general y frente a su grupo de trabajo más cercano en particular.
Lo dicho hasta aquí explica por qué el líder adaptativo es cada vez más apetecido por las grandes compañías: resulta que estos líderes, en lugar de moverse en solitario y diagnosticar por cuenta propia e imponer soluciones autoritarias, muy a menudo se inclinan hacia los diagnósticos conjuntos y las soluciones participativas, fomentando a la vez el aprendizaje colectivo.
Dicho de otro modo, los líderes adaptativos están marcando la pauta a nivel internacional porque en lugar de limitarse a apagar incendios, le apuestan con fuerza a estrategias profundas que a lo mejor requieren más tiempo, más energía y en ocasiones más recursos, pero que se capitalizan fabulosamente porque permiten transformar los conflictos en oportunidades de evolución organizacional. Por eso estos líderes todavía son vistos como unas criaturas algo exóticas, sí, pero precisamente ahí reside su valor agregado.
Uno de los encantos del líder adaptativo radica en su capacidad de descifrar el algoritmo del estilo de comunicación de los miembros de su equipo. Estos líderes son capaces de leer el alma de su gente porque prestan atención no solo a lo que le dicen en voz alta los colaboradores, sino que además tienen la habilidad de captar en el ambiente esas verdades que todos conocen, pero de las que nadie habla. Y esta sensibilidad les permite atender a los principales indicadores de tensión organizacional que, en mi opinión, son:
Diseñar procesos de cambio es el truco detrás de la eficacia del liderazgo adaptativo ante los conflictos. Apostar por los procesos es el camino largo, evidentemente, pero ese camino largo es en todo caso preferible a imponer soluciones por la fuerza. Algunas estrategias animar el cambio sin lastimar a los colaboradores pueden ser:
Para liderar en entornos de tensión de manera efectiva y sin resultar afectado a nivel personal, el líder adaptativo requiere desarrollar varias destrezas que van más allá del concepto básico de inteligencia emocional:
Es clave tener en cuenta que estas habilidades por regla general no son innatas, de manera que el líder debe asumir el compromiso silencioso de fortalecerlas mediante la práctica cotidiana.
Cambiar de estilo de liderazgo es, sin duda, un gran sacudón cultural, pero siempre, siempre valdrá la pena. Algunas ideas para abrirle camino a este cambio, son:
El liderazgo adaptativo, mucho antes que ser una nueva metodología de gestión del talento, en realidad es una filosofía de organización de equipos que promueve el aprendizaje, el espíritu colaborativo y el cambio constante. La utilidad de esta forma de liderazgo es especialmente notoria ante los conflictos, ya que no solo sirve para solucionarlos, sino que los usa como plataforma de despegue de pequeñas revoluciones culturales al interior de las organizaciones, abriendo la puerta al progreso y estimulando en los colaboradores cierto sentido de orgullo de pertenecer a la organización. Por esto podemos decir, en resumen, que la implementación de esta forma de liderazgo, si bien es demandante, es, en últimas, indispensable. El liderazgo adaptativo es la nueva frontera de la gestión del talento en el ámbito organizacional.