La región latinoamericana está experimentando un notable envejecimiento de su población, con un marcado aumento en la esperanza de vida y una tasa de natalidad que se encuentra muy por debajo de la tasa de reemplazo.
En este contexto, las organizaciones se encuentran gestionando equipos conformados por personas de cuatro o incluso cinco generaciones diferentes, lo que hace esencial entender los retos y oportunidades de esta diversidad generacional. Por ello, en Buk realizamos el estudio “Talento Senior y nuevas generaciones: Uniendo fuerzas para el trabajo del futuro”, con el fin de analizar los desafíos vinculados al envejecimiento de la fuerza laboral y la convivencia entre distintas generaciones.
A continuación, exponemos los hallazgos más destacados del estudio.
El 45% de las personas mayores de 50 años afirma que la edad impacta negativamente su búsqueda de trabajo, un sentimiento compartido por el 39% de quienes tienen entre 40 y 49 años. Esto demuestra que la preocupación por la edad empieza antes de lo que muchos piensan.
Cuando se analizan los obstáculos en la búsqueda de empleo, los mayores de 50 destacan el exceso de experiencia (39%) como la mayor barrera, mientras que los menores de 30 señalan la alta competencia (55%). La falta de contactos es otro desafío común a todas las edades.
El mito de que el salario aumenta indefinidamente con la edad no se refleja en los datos. Los salarios alcanzan su punto máximo entre los 40 y 50 años y luego se estabilizan. Por lo tanto, un candidato de 60 años no necesariamente gana más que uno de 45. Esto puede cambiar la percepción de los empleadores sobre los costos de contratar talento senior.
Para gestionar de manera eficaz a una fuerza laboral que abarca varias generaciones, las organizaciones deben reconocer y responder a las necesidades de cada grupo etario. Según nuestro estudio, mientras todas las generaciones valoran el desarrollo profesional, los trabajadores seniors aprecian una cultura organizacional con propósito y reconocimiento.
Algunas prácticas útiles incluyen:
Capacitar a los equipos de selección sobre los beneficios de una fuerza laboral multigeneracional, implementar procesos de selección basados en competencias y ofrecer beneficios flexibles son prácticas clave para fomentar la diversidad etaria.
Para explorar en detalle la evidencia sobre la integración intergeneracional en el trabajo, haz clic aquí y accede al estudio completo