IPC 2026 en Colombia: impacto en salarios, costos y decisiones laborales

Desde 1954, el DANE ha determinado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de manera mensual; es una medida clave para entender cómo evolucionan los costos en el país, pues  calcula la variación mensual de precios de los hogares. 

Este valor es usado como el indicador oficial de inflación en Colombia y se utiliza también para el ajuste del salario mínimo, arriendos residenciales, pensiones, ajustes presupuestales, incluyendo algunos procesos jurídicos, entre otros. 

En este artículo se detalla qué es el IPC, cómo se calcula y cómo usar esos datos para tomar decisiones empresariales estratégicas.

¿Qué es el IPC y cómo se calcula en Colombia?

El IPC (Índice de Precios al Consumidor) es el indicador oficial que mide cómo cambian los precios de una canasta de bienes y servicios que suelen consumir los hogares colombianos. Es decir, permite ver qué tanto cuesta vivir hoy comparado con hace un mes o hace un año, en ese caso, si sube, el costo de vida se encarece.

Según menciona el Banco de la República, esa canasta —definida con la Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares (ENPH)— está compuesta hoy por 443 artículos agrupados en 12 divisiones de gasto: alimentos, transporte, vivienda, salud, educación, restaurantes, etc. 

Cada mes, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) recoge precios de estos bienes y servicios —consultando supermercados, tiendas, plazas, servicios públicos, etc.— en 38 ciudades del país. Luego compara si subieron o bajaron, y según la importancia de cada bien en el gasto promedio de un hogar, calcula un índice ponderado, esa variación da el IPC mensual, anual o acumulado.

Estado actual y escenarios del IPC para 2026

Dentro del Informe de Inflación de Octubre 2025 preparado por el área de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, mencionan que la economía está experimentando una subida de precios más fuerte de lo esperado. 

En septiembre, la inflación anual llegó al 5.18%, y esto es una señal de que las cosas se están encareciendo más rápido de lo que el Banco Central quisiera, ya que su objetivo está más cerca del 3%.

Mirando hacia el futuro, la expectativa es que esta tendencia de aumento continúe por lo menos en octubre, llegando a un 5.5% de inflación anual. El Banco Central, al ver que los precios no ceden, probablemente optará por mantener las tasas de interés altas (en 9.25%). Esto hace que los créditos (préstamos) para vivienda, carros o negocios sean más caros, lo cual puede frenar el crecimiento de la economía.

Impacto para trabajadores: salario mínimo, poder adquisitivo y negociaciones

Para quienes trabajan en Colombia, especialmente quienes reciben salario mínimo o cercano a este, un IPC alto se traduce en que la vida se encarece y, cuando los precios suben más rápido que los salarios, el dinero no alcanza igual.

Aquí aparece un punto clave: el poder adquisitivo, pues si el salario no crece al mismo ritmo de la inflación, el dinero empieza a rendir menos, lo que provoca que las personas puedan comprar menos. Por eso, al finalizar el año, se habla de negociaciones, revisiones, aumentos y acuerdos entre empresas y colaboradores.

También ocurre que algunos pagos —como prestaciones, primas o contratos que toman el IPC como referencia— necesitan actualizarse para mantenerse alineados con las normas y evitar desfases.

Para las organizaciones, el IPC y la inflación van más allá de un cálculo contable; estos indicadores tienen un impacto directo en la motivación, la estabilidad y la permanencia del talento.

Impacto para empresas y empleadores: costos, estrategias y cumplimiento laboral

Del lado empresarial, el IPC también es importante; por ejemplo, un mayor nivel de precios hace que los costos operativos suban: insumos, servicios públicos, transporte, mantenimiento y hasta la alimentación del personal. Si esos aumentos no se anticipan, la rentabilidad puede verse afectada.

El presupuesto salarial también entra en juego. Ajustar los sueldos al IPC implica planear con tiempo cuánto deberá destinar la empresa en 2026. Lo mismo ocurre con los precios de venta, que muchas veces deben revisarse para mantener los márgenes y evitar que la inflación no deje utilidad.

Para muchas empresas, este momento del año sirve para ajustar decisiones y dejar listas las bases de lo que viene.

Consideraciones legales y normativas importantes para 2026

Detrás hay un marco normativo que asigna responsabilidades a diferentes entidades públicas, establece cómo se deben vigilar los precios y define las sanciones cuando no se cumplen las reglas. Estos son algunos aspectos importantes a revisar:

La responsabilidad de establecer las políticas de precios en sectores específicos viene desde el Decreto 149 de 1976 y está distribuida entre varias entidades y ministerios.

• Ministerio de Agricultura: define los precios de productos e insumos agropecuarios.
• Ministerio de Salud: medicamentos e insumos farmacéuticos.
• Ministerio de Minas y Energía: petróleo, derivados y minerales.
• Ministerio de Educación: textos y materiales educativos.
• Ministerio de Obras Públicas: tarifas de transporte terrestre.
• Aeronáutica Civil: transporte aéreo nacional.
• Corporación Nacional de Turismo: hoteles, restaurantes y servicios turísticos.
• Ministerio de Desarrollo Económico: espectáculos públicos y servicios no asignados a otros sectores.

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) lidera la vigilancia de precios, apoyada por autoridades locales, conforme a:

• Decreto 2876 de 1984: estatuto que regula infracciones como especulación y acaparamiento, además del procedimiento sancionatorio.
• Decreto 3466 de 1982: Estatuto de Defensa del Consumidor.
• Resolución 0036 de 1984 (SIC): exige la fijación visible de precios para proteger al consumidor.

Cuando no existe una norma específica para un caso, la ley indica que se deben usar como guía los códigos Penal, Civil y Contencioso Administrativo, estas son las llamadas normas supletorias.

Buenas prácticas y recomendaciones para anticiparse al IPC 2026

• Elaborar un presupuesto muy claro, la idea es proyectar salarios, beneficios y costos bajo distintos escenarios de inflación; esto ayuda a ver cómo podría moverse la empresa y así tomar decisiones a tiempo.
• Automatizar procesos clave como nómina, asistencia, documentos o reportes te ayuda a reducir gastos y evitar errores.
• Ser cuidadoso con la experiencia del colaborador, porque cuando las personas sienten que su dinero ya no rinde, esa percepción puede traducirse en mayor rotación. Por el contrario, mantener procesos claros, pagos a tiempo y una comunicación transparente ayuda a que todo funcione mejor y evita tensiones internas.

Si se planifica con anticipación, 2026 puede ser un año más manejable, sobre todo para las empresas que apoyen su operación con tecnología. En Buk, además de automatizar tareas del día a día, se integra su IA en nómina, asistencias, reportería, beneficios y más, todo dentro de una misma plataforma pensada para reducir errores y mejorar la experiencia de las personas.

Si la idea es empezar a prepararse desde ahora, aquí puedes dar clic y agenda una llamada con nosotros.