Política de gestión de activos: qué es, qué incluye y cómo crearla

| 5 Minutos de lectura
| Publicación junio 17, 2025| Última actualización junio 17, 2025
El tema de la gestión de activos se ha convertido en una práctica importante para optimizar recursos, reducir riesgos y asegurar la continuidad operativa. Es por eso que las empresas deben contar con una política de gestión de activos clara, formal y bien estructurada. Esto es fundamental para pequeñas y medianas empresas, y ni hablar de las grandes empresas.
La política de gestión de activos permite a las organizaciones tener definido el marco y los principios para administrar de forma eficiente los activos físicos, tecnológicos o intangibles.
En esta nota, te explicamos en detalle qué es, qué debe incluir, en qué se diferencia de otros documentos similares y cómo puedes crear la política de gestión de activos paso a paso.
¿Qué es una política de gestión de activos?
Empecemos por entender que es la política de gestión de activos y por qué es importante. Es un documento oficial que establece los lineamientos generales para llevar un control, tener buen mantenimiento y disposición y un uso correcto de los activos de una organización. Estos activos pueden ser físicos como por ejemplo la maquinaria, equipos tecnológicos o incluso vehículos o digitales como softwares, licencias o bases de datos. También pueden ser financieros o intangibles como las marcas, la propiedad intelectual o en talento humano.
El propósito principal de esta política es alinear estos recursos con los objetivos estratégicos del negocio y asegurar que cada activo contribuya efectivamente al cumplimiento de la misión organizacional. Establece un marco de referencia que guía las decisiones y comportamientos con todos los activos de una empresa durante su ciclo de vida: desde que llegan o desde que se crean, pasando por su uso normal y mantenimiento, de ser necesario, hasta su retiro o reemplazo.
Con la política de gestión de activos, las empresas logran:
- Optimizar el rendimiento de sus recursos.
- Reducir costos operativos y de mantenimiento.
- Mejorar la toma de decisiones basada en datos reales sobre el estado y disponibilidad de los activos.
- Minimizar riesgos como el deterioro, pérdida o mal uso de los activos.
- Asegurar que se cumplan las normativas legales.
La política también sirve para desarrollar otros documentos complementarios como planes de gestión, inventarios y procedimientos de mantenimiento o reposición.
¿Por qué es importante contar con esta política?
Una política de gestión de activos permite evitar pérdidas económicas por mal uso o deterioro, mejora la trazabilidad y facilita auditorías internas o externas. Además, reduce riesgos operativos y ayuda a tomar decisiones más informadas sobre inversión, mantenimiento y reemplazo.
¿Qué debe incluir una política de gestión de activos?
Una política de gestión de activos sirve como una base para estandarizar prácticas, asignar responsabilidades y asegurar el uso eficiente de los recursos. Dependiendo del tamaño de la empresa puede variar, sin embargo, hay elementos esenciales que si o si deben estar incluidos en toda política para ser efectiva, comprensible y aplicable.
Objetivo de la política
Es importante especificar un objetivo y propósito claro para el documento. Por ejemplo, “establecer los lineamientos para la gestión eficiente, segura y sostenible de los activos de la organización, a lo largo de todo su ciclo de vida.”
Alcance
Define los activos a los que aplican las políticas (físicos, tecnológicos, digitales, intangibles), qué áreas de la organización están involucradas y si incluyen terceros (proveedores o contratistas).
Principios y compromisos
Establece los valores y lineamientos generales que guiarán la gestión de activos:
- Uso correcto de los activos
- Mejor continua y sostenibilidad
- Transparencia en los procesos de adquisición, mantenimiento y disposición.
- Cumplimiento normativo y regulatorio.
Roles y responsabilidades
Específica roles y responsabilidades dentro de la organización. Esto ayudará a generar trazabilidad y rendición de cuentas.
- Usuarios finales: cuidar y reportar fallos en los activos.
- Responsables de activos: supervisar su buen uso, estado y mantenimiento.
- Área de TI: gestión técnica y soporte.
- Dirección o gerencia: aprobación de adquisiciones, presupuestos y actualizaciones.
Clasificación y jerarquía de activos
Describe cómo se agrupan o priorizan los activos según su naturaleza, valor o criticidad para la operación.
Requisitos
Incluye directrices generales sobre adquisición y registro, uso y control, mantenimiento preventivo, inspecciones y reemplazos.
Indicadores y seguimiento
Agrega los mecanismos de evaluación y mejora:
- KPI de uso o disponibilidad.
- Costo total de propiedad (TCO).
- Indicadores de mantenimiento o fallos.
- Niveles de cumplimiento de estándares.
Referencias normativas
Incluye las leyes, normas técnicas o estándares con los que debe alinearse la política.
Vigencia y actualizaciones
Define tiempos para la revisión y actualización de la política, bajo qué condiciones puede modificarse y quién es el responsable de su aprobación y difusión.
Diferencias entre política, plan y procedimiento de gestión de activos
A pesar de que estos tres términos están relacionados, suelen confundirse, pero no significan lo mismo:
- Política: Define el marco general y los principios de gestión. Es considerada una guía estratégica.
- Plan de gestión: Detalla cómo se aplicará la política, qué recursos se necesitan y los objetivos específicos.
- Procedimiento: Son las instrucciones operativas y técnicas para ejecutar tareas relacionadas con los activos (registro, mantenimiento, baja, etc.).
¿Se deben crear todos estos documentos?
Sí, cada uno cumple un rol distinto. La política define el qué y el por qué; el plan, el cómo y cuándo; y los procedimientos, el paso a paso diario.
¿Cómo crear una política de gestión de activos paso a paso?
- Identifica y clasifica los activos
Realiza un inventario completo y clasifica los activos por tipo, valor, criticidad y vida útil.
- Define los objetivos de la política
Define que se busca lograr con esto: optimización de uso, cumplimiento normativo, reducción de pérdidas, etc.
- Asigna roles y responsabilidades
Asigna a los responsables de la gestión de activos: quién los administra, quién los usa, quién los mantiene y quién los supervisa.
- Establece los principios de gestión
Define las reglas generales sobre cómo se deben usar, proteger, mantener y disponer los activos.
- Crea indicadores y mecanismos de control
Incluye métricas de seguimiento, auditorías periódicas y medidas correctivas ante incumplimientos.
- Revisa y aprueba la política
Después de la revisión legal y que la política esté validada, debe ser firmada por las personas responsables.
- Comunica e implementa
Difundela entre los colaboradores que estén involucrados en la empresa y capacitarlos correctamente.
Buk: Gestión eficiente de activos humanos y digitales
Una política de gestión de activos no solo se trata de equipos o tecnología. En muchos casos, el activo más valioso de una empresa son sus personas. Y contar con una plataforma como Buk permite gestionar eficientemente todo lo relacionado con tus colaboradores: desde su incorporación hasta su desarrollo y desempeño.
Además, Buk integra herramientas que ayudan a tener visibilidad clara sobre procesos, responsabilidades y ciclos de vida de los recursos humanos, alineándose con principios clave de una gestión de activos moderna y estratégica. Así, tu empresa puede crecer con control, eficiencia y foco en lo que realmente importa.
¿Quieres una gestión más inteligente de tus activos? Agenda una llamada y empieza hoy.
Preguntas frecuentes
¿Una pyme necesita una política de activos?
Sí. Aunque las pymes tienen menos activos, una política básica les ayuda a optimizar su uso, evitar pérdidas o duplicaciones, y tener mayor control administrativo. Además, es clave para crecer de forma ordenada.
¿Quién debe firmar esta política?
Depende del tamaño de la organización, pero lo ideal es que esté firmada por la gerencia general o dirección ejecutiva, y validada por las áreas de administración, TI o finanzas según corresponda.
¿Cada cuánto se actualiza?
Como mínimo, una vez al año. También debe actualizarse ante cambios importantes en la estructura organizacional, la tecnología utilizada o el marco normativo.
¡Hola! Soy Sergio. A través de mi contenido, busco construir conexiones y promover una gestión más humana. Escribo ...
¡Déjanos tu comentario!