Tipos de activos: cómo clasificarlos y para qué sirven

Un punto clave para la economía de las empresas es la clasificación de los activos para toma de decisiones financieras. Entender qué se puede clasificar como activo y cuál es su impacto, ayuda a manejar las finanzas empresariales con mayor eficacia. En esta nota te contaremos cómo clasificarlos y cuál es su utilidad. 

¿Cómo te ayuda tener activos en tu empresa?

Los activos son aquellos recursos que permiten a una empresa ejercer actividades día a día y producir, vender o prestar servicios a terceros. El dinero que ingresa, es el que garantiza que se pueda mantener el flujo de caja, al igual que las cuentas por cobrar.

Por otro lado, los activos como computadores, equipos tecnológicos específicos según la actividad, maquinaria especializada o inmuebles, se convierten en parte fundamental para el crecimiento de las empresas. Además de demostrar estabilidad financiera ante terceros que pueden ser inversionistas o ante entidades bancarias.

Tipos de activos más usados en Colombia

Las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera) regulan la forma en la que se clasifican los activos en las empresas: 

• Activos financieros: se refiere a activos como dinero en efectivo, inversiones, cuentas por cobrar y derechos contractuales que generan flujos de efectivo futuros. Se miden basándose en aspectos como el valor o el costo amortizado, dependiendo de la naturaleza del activo y el modelo de negocio de la empresa. 
• Planta y equipo: son aquellos activos que son tangibles y se usan para producción o entrega de bienes y servicios como maquinaria, equipos, edificios o terrenos. Estos se miden a través del modelo de costo o revaluación, ya que son aspectos que repercuten directamente en los estados financieros de las empresas. 
• Activos intangibles: son aquellos activos que no son físicos, como derechos de autor, software, patentes y marcas registradas. Estos se reconocen siempre que la empresa pueda demostrar la probabilidad de beneficios económicos y que estos puedan medirse de manera confiable. Además, es importante evaluar estos activos de manera periódica para medir los cambios en los valores de los estados financieros.

¿Qué son las NIIF en Colombia? 

Las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera) se componen de los principios contables que permiten a las empresas tener sus finanzas claras a nivel internacional. En un principio fueron establecidas por el International Accounting Standards Board, pero son utilizadas a nivel mundial por las empresas para mantener su información financiera transparente y uniforme. 

En Colombia, fueron acogidas oficialmente desde el año 2015 a través de la Ley 1314 de 2009, buscando que las empresas establezcan las normas mediante las cuales miden, reconocen, presentan y clasifican los activos, pasivos, ingresos y egresos.

Errores comunes al clasificar activos

Clasificar correctamente los activos es clave para una sana gestión financiera, por eso es importante no caer en los siguientes errores: 

1. Pensar que activos corrientes y no corrientes son lo mismo: registrar activos como inventarios o cuentas por cobrar como activos no corrientes influye directamente en la liquidez de las organizaciones, por eso es fundamental seguir las normas NIIF que indican que los activos corrientes deben convertirse en efectivo en menos de 12 meses.
2. No hacer revisión de los activos: Muchas empresas no evalúan periódicamente si sus activos han perdido valor, especialmente en el caso de propiedades, planta y equipo o activos intangibles. Las NIIF exigen pruebas de deterioro para reflejar el valor real de los activos y evitar sobrevaloraciones.
3. Clasificar erróneamente los activos financieros: es común no diferenciar entre activos financieros mantenidos para negociar, disponibles para la venta o mantenidos hasta el vencimiento. Cada uno tiene un tratamiento contable distinto en las NIIF y afecta tanto los resultados como la presentación en el balance general.

Clasificación de los activos más comunes

• Activos corrientes: los activos corrientes son aquellos recursos que una empresa puede convertir en efectivo o consumir en un plazo menor a un año. Son significativos para mantener la operación diaria, ya que representan dinero en movimiento constante. 

Aquí se incluyen el efectivo en caja y bancos, las cuentas por cobrar y los inventarios, todos necesarios para que la empresa tenga liquidez y cumpla con sus obligaciones cotidianas.

• Activos no corrientes: a diferencia de los activos corrientes, los activos no corrientes no se convierten fácilmente en efectivo y se mantienen en la empresa por más de un año. Aquí se incluyen bienes como maquinaria, edificios, terrenos, inversiones a largo plazo y activos intangibles como marcas o patentes. Son el soporte físico y estratégico que sostiene el crecimiento a largo plazo de cualquier organización.
• Activos operativos y no operativos: dentro del balance de una empresa también se clasifican los activos por su uso, ya sean operativos o no operativos. Los activos operativos son los que se utilizan directamente para generar ingresos, como el local comercial, el software de gestión, las máquinas de producción o los vehículos de reparto. Son esenciales para que el negocio funcione y produzca resultados.

Por otro lado, los activos no operativos no participan directamente en la actividad principal, pero generan beneficios adicionales. Un ejemplo sería un lote sin uso que se valoriza con el tiempo o una propiedad alquilada. Aunque no están en el centro de la operación, pueden usarse como respaldo financiero, ofrecer ingresos pasivos o venderse en momentos de necesidad para aportar liquidez.

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